(La primavera, Sandro Botticelli, el caminar de Flora, detalles)
En mis ojos se enciende la sospecha y guardo en mi puño apretado los impulsos irremediables de salir corriendo. Se desperdigan en, sobre mi cuerpo, una calidez abrumadora, una tranquilidad que repta en forma de boa y los gritos se pasean por mi garganta, contenidos. Cuento del uno al diez con la vista sobre el firmamento y me pierdo en constelaciones de desconcierto. Indecible, libre, incierto, sin dádivas ni anhelos de por medio.
Tersa sobre tus manos estructuradas, bajo tus sábanas, ahora, por ahora, solo quiero seguir gimiendo.
0 comments